Ubicación excelente, suites lo suficientemente espaciosas con la cama más cómoda del mundo, un patio y además café. Comida buenísima, desayuno delicioso y buenísimo.

Es un hotel boutique muy bonito fantástico con un personal asombrosamente amable. Habitaciones modernas y únicas con una terraza y un servicio excelente por parte del personal😀😀

La suite contaba con una cama de matrimonio, una terraza y café. Un servicio perfecto en cada encuentro.

Reservé una habitación moderna con un climatizador y un minibar gratuito, además era muy bien decorada. Me han gustado mogollón todas las instalaciones. Y la vista es increíble.

El hotel está situado en una calle tranquila y céntrica, lo que es muy conveniente para explorar los alrededores. La habitación es amplia y cómoda, con una decoración encantadora. Además, el baño es espectacular, con una bañera exenta que deja una impresión duradera. El personal es amable y atento, y el desayuno ofrece una gran variedad de opciones.

El wifi era bastante débil y teníamos que acercarnos a la puerta de salida de la habitación para tener una buena conexión.

Tiene una ubicación excelente para visitar la Mezquita de Hassan II. Habitaciones lo suficientemente espaciosas y también modernas con tanto un bonito cuarto de baño como la cama más cómoda del mundo. Tienen un parking gratis cerca Estaré de vuelta.

Un hotel magnífico con una ubicación céntrica.

Encanto del hotel y habitaciones

Cómoda cama y habitaciones

Nada, ninguna queja.

Hemos pasado un fín de semana maravilloso. El hotel sin duda es el mejor de Casablanca, con mucho encanto y unas atenciones personales impresionantes, desde el director que nos recibió el primer día y estuvo pendiente de todas nuestras necesidades hasta la exquisita atención de la persona que nos ayudó con las maletas, lo mismo el recepcionista , la guest manager que nos ayudó con su perfecto español, la encargada del spa que nos regaló media hora de su tiempo para que disfrutásemos del jacuzi y el personal del bar y comedor todos encantadores, preparándote todo lo que les pidieras en el desayuno, que por cierto son exquisitos. . Por las noches en el bar del hotel,hay un pianista buenísimo que crea un ambiente muy acogedor, mi marido disfrutó mucho cantando con él boleros. Estamos seguros que voleveremos a Casablanca, concretamente a Le Doge.

El trato es realmente bueno

Son unas instalaciones equipadas con mucho gusto, pero está dentro de la ciudad consolidada, con lo que es un hotel boutique un poco recargado, sustituyendo las instalciones y servicios por el excelente trato del personal.